[ˈjuːtjuːb]
El devenir secuencial de las imágenes ata la mirada. Ahí queda, casi de manera inadvertida, la ilusión interactiva. Desde un lugar distinto, quien mira está fuera, pero se siente dentro, como un voyeur, como un cómplice; extraño y protagonista. La fluidez del movimiento produce un efecto viral, un imaginario que alimenta el mito de aquello que se anhela.
Se desdibuja la barrera entre quien observa y quien es observado. Se pervierte el límite de la pantalla y se genera un nuevo escenario. Objetos tan intangibles como reales, sujetos y productos, masa y mercado. La virtualidad se presenta como escapatoria y como generadora de nuevos vínculos, de lazos mutantes o embaucadores. Bajo la necesidad de ver y de ser visto, consumidor y productor se vuelven uno mismo.
[ˈjuːtjuːb] – Marta F. Gimeno
Inyección de tinta sobre papel, 90x55 cm y proyección de vídeo
2017